Madrid, 14 abr (EFE).- El mito del amor romántico, que a menudo esconde medidas de control en las parejas más jóvenes, unido a la falta de recursos dirigidos específicamente a estas edades, son algunas de las principales barreras que investigadoras del Instituto de Salud Carlos III de Madrid han identificado en la lucha contra la violencia machista que afecta a las mujeres jóvenes.
Laura Otero y Belén Sanz, dos de las autoras principales del estudio -publicado en la revista PLOS One– explican a EFE las conclusiones de esta investigación, que pretende detectar cuáles son las barreras psicosociales y estructurales que encuentran las mujeres de entre 16 y 29 años que sufren violencia machista para beneficiarse de servicios de prevención y ayuda.
Para ello, han analizado las percepciones que tienen los profesionales que trabajan en servicios relacionados con la violencia de género mediante 17 entrevistas en profundidad a personas vinculadas con servicios sociales, sanitarios, fuerzas de seguridad, oficinas de la mujer y asociaciones en la Comunidad de Madrid.
ntre las principales barreras, relata Otero, se encuentra la construcción social que sigue habiendo de las relaciones afectivo-sexuales. “Hay medidas de control que ejercen los hombres en una relación que muchas de ellas siguen viendo como algo romántico”.
Los celos, el control sobre la forma de vestir, sobre las amistades con las que queda la chica, sobre los mensajes que escribe o recibe en las redes sociales son ejemplos de relaciones tóxicas que en ocasiones se confunden con un sentimiento de amor o protección.